Tú que me miras, profundo me observas,
lee en mis ojos palabras calladas.
El miedo, el temor, a ser de nuevo abandonada,
ha provocado que mi boca no hable, silenciada.
Aprende a leerme, aprende a comprenderme,
mi piel es un mapa de aventuras pasadas.
Esas que dolorosamente guarda mi mirada,
esas que mi boca vergonzosamente calla.
Tú que me observas, descíframe si quieres.
Abierta me expongo a que descubras mis secretos.
Esos que espero guardes con recelo,
que yo sabré que los sabes, cuando te mire de nuevo.